¿Recuerdas cuando salías de la oficina y te ibas a casa, al bar o al gimnasio?
Pues bien, ahora ya no lo tienes y eso es precisamente lo que hace que no podamos desconectar del trabajo, lo que genera más ansiedad en nuestra productividad.
El teléfono móvil es una extensión de nuestra vida y, en consecuencia, de nuestro trabajo, y como está cerca de nosotros incluso a la hora de dormir, no hay manera de apagarlo. Lo que acaba generando más ansiedad y casos de agotamiento en todo el país.
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